Wednesday, April 14, 2010

CULTURA Y EDUCACION EN LA FAMILIA ACTUAL

Resistencia al cambio:

Tradicionalmente se habla de nuestra cultura como una tradicionalista, reticente a cualquier cambio, sobre todo en los esquemas preestablecidos socialmente como los roles femenino y masculino y la crianza. Sin embargo, en mi opinión esto ha venido cambiando, sobre todo ésta generación de papás y mamás está un poco más abierta a nuevas ideas. Aunque muy frecuentemente nos topamos con pared, pues nuestras madres (y suegras) siguen teniendo influencia en nuestras decisiones con respecto a la crianza.
Para muestra un botón: yo sé, por que me formado como guía de E.T. y me he documentado al respecto, los pros y multiples contras sobre el uso de la andadera, pero para mi primera hija, compré una - en lugar de un brinca u otra cosa que le permitiera más movilidad y ejercicio- . La usó un par de veces, sobre todo en casa de mi mamá quien me convenció de que era buena porque "todos ustedes usaron una y se divertian mucho". Y terminó arrumbada después de una semana de haberla traido a tijuana. ¿Por qué accedí? ¿Resistencia al cambio? ¿Desinformación? No. Respeto a la autoridad y sobre todo inseguridad pues yo era primeriza. Para mi bebé de 8 meses (mi segunda hija) CERO andadera. Y con la seguridad de la experiencia como madre de dos, ya puedo contestar con una sonrisa diplomática y sentido del humor a cualquier comentario que trate de llevarme por un camino contrario a mi formación, por muy buen intencionado o "bien fundado por años de tradición" que esté.

LA CULPA
Una vez leí que "no hay paternidad/maternidad sin culpa". Quien lo escribió argumentaba que la culpa es parte normal en el proceso de ser padres, pues siempre estamos pensando en "lo que pude haber hecho", "debí haber hecho aquello otro" , etc.
Si bien es cierto que como sociedad mexicana nos educan mucho con la culpa (si no me haces caso ya no te voy a querer, no hagas esto o aquello otro porque es pecado,etc). Depende mucho de nosotros mismos, al alcanzar la adultez el asimilarla como parte de nuestro esquema mental y de comportamiento o no.
Pero para mí la culpa no es exclusiva - ni mucho menos putativa- de la paternidad. Tiene más bien que ver con la formación, la conciencia y el carácter personal.
Desafortunadamente, para quienes viven el "amor con culpa", es una carga enorme que no les permite disfrutar al máximo la hermosa experiencia de ser padres.
El remedio: aprender a aceptar nuestras decisiones como "las mejores que podemos tomar en ese momento y bajo esas circunstancias". Y recordarnos a nosotros mismos de manera constante que estamos aprendiendo junto con nuestros hijos.
Somos producto de nuestros padres y ellos, a su vez, de los suyos. Si nos detenemos un momento a pensar en ello, tal vez podamos dejar de repetir este patrón y desarrollar nuestro propio estilo de paternidad. Y entonces eliminar estos sentimientos de insuficiencia, frustración y, ergo, culpa.
Buscar consejo de otras mamás o incluso de un profesional, puede ayudarnos superar estos sentimientos y concentrarnos en el hoy y en el "quiero" y "puedo", en lugar del ayer y el "debería" y el "hubiera" que son los padres de "la culpa".
El PROBLEMA DEL CAMBIO

El cambio a nivel personal tiene muchos queveres. Hay un chiste que me gusta mucho y dice "cuántos psicólogos se requieren para cambiar un foco? Respuesta: depende, de si el foco quiere o no cambiar". Aplica lo mismo a nosotros.
Pero no se trata solamente de la voluntad. Antes de la voluntad está el conocimiento. Si yo me doy cuenta de que algo va mal en mi vida y le quiero poner fin. Entonces voy a buscar las causas de ese malestar. Y aquí es donde puede entrar lo más dificil, pues si hago el ejercicio de manera conciente y honesta, entonces necesariamente, me daré cuenta que la causa está en mi.
Y eso muchas veces es lo dificil. Porque buscamos siempre las causas a nuestros problemas fuera de nosotros: en nuestro jefe, compañeros, cónyuge, hijos, la economía, el gobierno, etc.
En el momento que yo busque las causas de mi infelicidad (cualquiera que esta sea) dentro de mi, estaré en la dirección correcta de comenzar un cambio.
Nadie queremos ser malos, antipáticos, egoístas, obesos, neuróticos, depresivos.... Y en cuanto dejermos de ver alrededor y apuntar culpables y nos veamos a nosotros mismos. Podremos y (seguramente después de algún tiempo de negación/ aceptación) querremos cambiar.
Si haces lo que siempre has hecho, obtendrás lo que siempre has obtenido.
LOS ROLES SEXUALES

El problema con la definición de los roles sexuales en las últimas décadas es que se ha polarizado: o se es tradicionalista/machista, o se es liberal/feminista.

Actualmente, comienzan a surgir algunas corrientes de pensamiento que buscan el punto medio. El equilibrio. No todo debe ser blanco o negro, o en este caso rosa y azul.
Y creo que muchas familias de esta generación estamos también tratando de volver a las raices y valores de la familia tradicional con los beneficios de las libertades ganadas para las mujeres en el siglo pasado.
Creo que actualmente las familias van con un régimen que no es machista, ni feminista. Es un régimen que me atrevería a llamar colaboracionista.
Somos famillias en las que ambas partes aportamos a la economía familiar, pero en la que la mujer vuelve a su papel natural de nutrir y unir (que son características de "lo femenino"). Buscamos estar más tiempo al cuidado de nuestras familias sin descuidar nuestra formación profesional y la realización de nuestras potencialidades en lo intelectual.
Por otro lado los hombres se han venido involucrando más en las tareas domésticas, como parte de estos nuevos acuerdos. Tienen también ahora voz y voto en asuntos relacionados con la crianza de los hijos (que antes era monopolizado por las madres más tradicionalistas) y disfrutan de una paternidad más plena y relaciones más sanas con sus hijos.
Nuevamente, nos encontramos ante un cambio del "deber ser" de las definiciones de los roles sexuales anteriores, al "ser" más libre, más completo y más feliz de una sociedad que hoy más que nunca busca el equilibrio.
Por: Ilihán Yazmín Guerrero C.
LEP